Juegos indie mexicanos en general – Parte 3
Mis últimos posts han sido sobre lo decepcionante que resulta la industria mexicana de videojuegos indie, sobre todo considerando cómo hace algunos años, los medios pregonaban que dicha industria estaba a punto de despegar. Es comprensible pensar que lo anterior nunca iba a pasar al darte cuenta que un estudio promedio mexicano nunca tendrá el mismo presupuesto que los estudios AAA que acaparan el 99% del mercado de los videojuegos y para el 1% restante estarás peleando entre miles de juegos indie que aparecen cada mes; la gran mayoría de estos juegos son terribles pero están ahí, haciendo que sobresalir en el difícil mundo de los juegos indie sea una cuestión de suerte.
Después está el retraso que sufre la industria indie mexicana de videojuegos que, como casi cualquier otra industria mexicana, está apenas intentado entrar al ring en una industria que lleva 30 ó 40 años de existencia. El rezago de la industria indie es obvio y lo puedes ver en sus propuestas gráficas pero también en sus historias o en su gameplay. Es como tratar de competir contra alguien que lleva 30 o más años de experiencia que tú; no importa que tan buena sea tu idea o cuantas ganas tengas, sabes que vas a perder. Esto pasa mucho en los juegos indie mexicanos (o los intentos de juegos indie mexicanos), no solamente puedes ver el rezago gráficamente, sino también en la forma de contar historias o, más importante, en el gameplay.
Como si lo anterior no fuera suficiente, la exposición en los medios para juegos indie mexicanos es casi inexistente. Es cierto que ya mencioné antes lo difícil que es sobresalir cuando hay literalmente miles de nuevos juegos siendo lanzados cada mes pero la exposición de los juegos mexicanos -incluso en medios mexicanos- es casi nula. Resulta difícil creer que en pleno 2019, cuando el internet es el principal medio de comunicación, una búsqueda en Google por “videojuegos mexicanos” no regrese más de una docena de resultados relevantes y casi todos con con varios años de antigüedad, lo que me pone a pensar si la industria indie mexicana está muerta y nadie hace juegos, o si los mexicanos están haciendo juegos pero nadie habla de ellos.
Debido a esta falta de exposición, no es de sorprender que incluso juegos desarrollados por los estudios indie más famosos de México no tengan más de 100 descargas en la tienda de Google; eso es decepcionante y de verdad te hace reconsiderar tu plan de ganar dinero haciendo videojuegos.